“A nivel mundial, las reservas minerales de cobre ascienden a 700 millones de toneladas y la producción anual es de 22 millones de toneladas, por lo que oferta del metal cobrizo se agotaría al cabo de los próximos 30 años”, previó Rómulo Mucho, en conferencia magistral organizada por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú – Seccional Cerro de Pasco.
En medio de este panorama, pronosticó qe la demanda anual de cobre crecería a 30 millones de toneladas al 2030, lo cual, comparado con la oferta actual, ocasionaría un déficit promedio de 8 millones de toneladas, volumen que solo podría ser cubierto con seis veces la producción de Minera Escondida de Chile, y con una inversión de US$ 100,000 millones.
“Se espera que el consumo de cobre se incremente en 100% al 2040, pues se emplearán 3.6 toneladas por cada megavatio en energía eólica, 4.5 toneladas por cada megavatio de energía solar, más de 4 veces la cantidad de cobre en la fabricación de vehículos eléctricos y en superficies de instrumentos para eliminar seis tipos de bacteria”, pormenorizó.
Así como con el cobre, el especialista consideró que también aumentarían los requerimientos de litio en 1500%, cobalto en 390%, Neodimio en 190% y níquel en 180%, como consecuencia de los superiores ingresos de economías emergentes, la creciente urbanización, la mayor innovación electrónica y la transición a fuentes de energías bajas en carbono.
“Respecto al litio, la producción ha pasado de 9.5 mil (1995) a 130 mil toneladas (2022) en un periodo de 25 años, teniendo como principales proveedores del mineral blanco a Australia, Chile y China, aunque se espera en las siguientes dos décadas Argentina desplace a cualquiera de ellos, pues se están desarrollando hasta 10 proyectos de litio en este país”, avizoró.
Con base en estudios de investigación, indicó que se necesitarán 4 billones de dólares en el desarrollo de proyectos mineros para suministrar los recursos críticos para la transformación energética, por lo que se debe continuar explorando y produciendo cualquier elemento con los conceptos de sostenibilidad para satisfacer la transición a un mundo verde.
“Incluso, con miras a surtir la futura demanda de elementos claves para la descarbonización global, hoy la industria minera está apostando por el reciclaje de minerales como el uranio, plomo y níquel, debido a sus altos porcentajes de recuperación superiores al 60%, así como el reciclaje de zinc, cobre, cobalto, aunque con niveles menores al 50%”, acotó.
Vehículos eléctricos, intensivos en metales
A manera de ejemplo, Rómulo Mucho detalló que los vehículos eléctricos son intensivos en metales, pues se debe extraer más de 20 toneladas de mineral para producir un auto de tamaño mediano, en el cual se pueden utilizar más de 480 kg de elementos críticos en conjunto, tales como el cobre, litio, níquel, cobalto, grafito, manganeso, zinc y tierras raras.
“En el caso del Perú, nuestro principal producto de exportación para vehículos eléctricos u otros usos es el cobre, mineral que se seguirá explotando en los siguientes años por más del 70% de proyectos mineros en cartera, y del cual se cree que existen recursos minerales enterrados sin explotar por más 800 millones de dólares en nuestro país” afirmó el experto.
IIMP
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